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Vacunas para afrontar el otoño

Con la llegada del otoño el pasado 23 de septiembre, también le hemos dado la bienvenida a un brusco cambio de temperatura. Algo que puede afectar a las defensas de nuestros bebés y de los niños más pequeños. 

Por esa razón, nunca está de más recordar las vacunas que toca poner en los primeros meses de vida, guiar a las mamás sobre el protocolo que hay en las diferentes comunidades autónomas e informar sobre aquellas que no están subvencionadas.

Comencemos el repaso.

Pediatra consulta vacunas bebé primer año

Sigue el calendario de vacunación

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda poner las vacunas correspondientes frente a la hepatitis B, la difteria, el tétanos y la tosferina, la poliomielitis, el Haemophilus influenzae tipo B y el neumococo (concretamente la vacuna recomendada en nuestro país, la VNC13) a los 2 meses de edad, las cuales se volverán a poner a los 4 y a los 11 meses.

En cuanto a las vacuna antihepatitis B, que es hexavalente, es decir, que combina varias vacunas para combatir diferentes enfermedades, cabe destacar que, aparte de sus correspondientes tres dosis, existe la posibilidad de tener que poner una dosis monocomponente junto con 0,5 ml de inmunoglobulina antihepatitis B (IGHB) si se confirma que el HBsAg materno es positivo. 

Además, como puedes ver, la mayoría de estas vacunas cuentan con dosis de refuerzo, diferenciándose después si son monovalentes, que contienen un solo serotipo o serogrupo de un microorganismo) o pentavalente o quíntuple, que combina hasta cinco antígenos. Estos aspectos puede explicártelo mejor tu pediatra de referencia durante una consulta.

Después está la vacuna contra el rotavirus, que toca a los 2, a los 3 y a los 4 meses. La vacuna frente al meningococo B, por su parte, se pone a los 2, a los 4, a los 12 y a los 15 meses de edad. Esta última además se recomienda a cualquier edad en grupos de riesgo como asplenia anatómica o funcional, déficit de factores de complemento, tratamiento con eculizumab o ravulizumab, receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos, infección por VIH, episodio previo de enfermedad meningocócica invasiva (EMI) por cualquier serogrupo y contactos de un caso índice de EMI por serogrupo B en el contexto de un brote epidémico.

La vacuna conjugada frente al meningococo C y ACWY corresponden a los 4 y a los 12 meses, además de estar recomendadas para niños y adolescentes que vayan a residir en países en los que la vacuna se indique a esas edades como Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Australia, Arabia Saudí, Austria, Bélgica, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Malta, Reino Unido, San Marino y Suiza.

En cuanto a la vacuna contra la gripe, se pone entre los 11 meses y los 4 años de edad. Se pueden consultar incluso los grupos de riesgo de esta vacuna en el manual de vacunas en línea de la AEP.

Frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis hay que poner una vacuna a los 12 meses y al cumplir los 3 o 4 años de edad. Igualmente, contra la varicela hay una vacuna programada para los 15 meses de edad y otra para cuando el pequeño cumpla entre 3 y 4 años.

Por último, frente al virus del papiloma humano, la vacuna correspondiente, que puede ser la VPH2 o la VPH9, toca a los 12 años y contra el SARS-CoV-2 entre los 5 y los 18 años, estando autorizadas Comirnaty-30 mcg (Pfizer) y Spikevax-100 mcg (Moderna) a partir de los 12 años y Comirnaty-10 mcg entre 5 y 11 años con menor cantidad de antígeno.

Y en lo que respecta a las dosis, varía según la edad y si el niño sigue el calendario de vacunación o lo comienza tarde, sin olvidar los intervalos de tiempo que sean necesarios entre una y otra vacuna. De nuevo, estos aspectos serán resueltos con más eficacia por tu pediatra de confianza.

Diferentes protocolos según la comunidad autónoma

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España (CISNS) es el responsable de proponer los calendarios de vacunación de las diferentes comunidades autónomas

Aparentemente, no cuentan con muchas diferencias entre sí salvo por las dosis que se administran en determinadas franjas de edad, algo que depende de las estrategias de vacunación establecidas por cada región.

De este modo, en Andalucía, Castilla y León, Galicia, Islas Baleares, Melilla y Murcia la vacuna frente al MenACWY sí que está contemplada para los 12 meses de edad y también para los 12 años.

Por su parte, la vacuna contra el MenB se administra a los 3, 5, 12 y 14 meses en Canarias y Castilla y León; mientras que en Andalucía es a los 2, a los 4 y a los 15 meses. Por último, en Cataluña y Galicia la pauta es a los 2, 4 y 12 meses.

Y otro ejemplo más es el de Ceuta y Melilla, donde la vacuna frente a la Hepatitis A se administra a los 15 meses y a los 2 años de edad.

Con todo, la AEP recomienda ir adaptando los calendarios de vacunación a las “nuevas realidades”, es decir, a que salgan nuevas vacunas o a los cambios en el patrón epidemiológico que vayan surgiendo. Solo de esta forma se puede “contribuir a mejorar la salud de todos”.

¿Qué vacunas no están subvencionadas?

Las vacunas frente al rotavirus y al meningococo B no están cubiertas por la Seguridad Social pese a estar especialmente recomendadas por los expertos. 

Bexsero, la vacuna contra el meningococo B, se administra en tres dosis, incluyendo una de refuerzo. En caso de ponerla a partir de los seis meses de edad, el número de dosis desciende a dos y una de recuerdo. La cuestión es que cada dosis cuesta 106 euros.

Por su parte, las vacunas frente al rotavirus son RotaTeq y el Rotarix, disponibles en farmacias por 187 y 208 euros respectivamente. 

Y de igual forma, la dosis de los 12 meses de la vacuna contra el meningococo ACWY y la vacuna frente al virus del papiloma humano en el caso de los varones tampoco están cubiertas por la Seguridad Social.

Otro detalle a tener en cuenta es la forma de transportar y conservar dichas vacunas. Los expertos sugieren que en primer lugar lo que se debe hacer es comprar las dosis de una a una, que además son iguales al ser del mismo laboratorio. 

Por otro lado, es recomendable que la distancia entre la farmacia y tu casa sea corta, menos de una hora, y que durante el trayecto no experimenten temperaturas extremas. Por tanto, es aconsejable llevarlas en una nevera isotérmica pero teniendo especial cuidado para que la vacuna no entre en contacto directamente con este recipiente.

Finalmente, para llevarlas al centro de salud hay que transportar estas vacunas de la misma forma que de la farmacia a casa.

Espero que esta pequeña guía te sirva.

Ante cualquier duda, recuerda acudir siempre a tu pediatra de referencia.

Un abrazo,

Marta.

*La información recogida en este post proviene de la Asociación Española de Pediatría, de fuentes periodísticas y de la consulta a expertos en la materia. En caso de duda o de necesitar información más detallada, acude a tu pediatra de referencia.

Dientes de leche: posibles molestias y cómo actuar

Molestias dentición en bebés

Que los niños crecen de un día para otro no es solo una forma de hablar. De hecho, una de las primeras señales que advierten de que tu bebé ya no es tan pequeño como crees, es que le empiezan a salir los dientes.

A esta etapa se la conoce como dentición temporal o primaria y se caracteriza porque los dientes de leche comienzan a despuntar por encima de las encías. Una experiencia que, si bien parece adorable, puede llegar a causar irritabilidad en el bebé y también frustración por parte de los padres en su empeño por tratar de calmarle.

Por esa razón, en este artículo te explicamos las claves para que ayudes a tu pequeño a lidiar con este proceso.

Tipos de dientes de leche, a qué edad salen y en qué orden

De cara a estar preparados para esta nueva etapa, conviene saber a qué edad salen los dientes. Según los expertos, esta salida suele tener lugar entre los cuatro y siete meses de edad, intervalo de tiempo que varía en función del bebé. Por ejemplo, a los míos empezaron a salirles los dientes de leche a partir de los doce meses, así que no te preocupes por esta cuestión.

Por otro lado, suele asociarse la salida de los dientes con el momento en que los bebés empiecen a explorar el mundo que les rodea llevándoselo a la boca, desde sus manitas hasta los objetos que se encuentran por el camino. Sin embargo, ambos casos no tienen por qué estar relacionados, ya que, de forma independiente, los bebés utilizan sus encías para descubrir formas, texturas, durezas…

Y también resulta útil saber qué tipos de dientes salen. Los primeros en aparecer son los incisivos centrales, ya sean los superiores o los inferiores. Más tarde, salen los molares de leche o muelas, situadas en la parte posterior de la boca del pequeño. Y por último, aparecen los caninos o colmillos. De esta forma, salen hasta veinte dientes de leche a lo largo de los tres primeros años.

Posibles síntomas asociados a los dientes de leche

Tras conocer el orden de salida de los dientes del bebé, es importante tener en cuenta que, durante este proceso, el pequeño puede experimentar desde babeo excesivo a sensibilidad de las encías, además de darse casos de llanto y alteraciones que repercutan tanto en el sueño como en el apetito del bebé.

Otras veces, se puede observar una ligera fiebre en el bebé cuando le salen los dientes aunque los expertos señalan que esta no suele estar relacionada con la dentición primaria, por lo que de detectarse esta febrícula, lo aconsejable es acudir al médico para descartar otras afecciones.

Cabe recordar que no siempre se experimenta dolor en la salida de los dientes pese a que sí haya bebés que puedan mostrarse inquietos durante semanas. Sin embargo, e independientemente de la tolerancia del pequeño, por lo general la salida de los dientes de leche suele resultar molesta en diferentes grados.

Cómo tratar la salida de los dientes de leche de tu bebé

Una vez que sabemos lo que puede deparar esta salida de los dientes de leche, conviene tomar nota de los siguientes consejos para aliviar las posibles molestias que experimente tu bebé:

● Limpia con un paño suave el rastro de babas: así evitarás que la piel del pequeño se irrite y que aparezcan erupciones.

● Frota y masajea sus encías: utiliza un dedo o una gasa húmeda mientras realizas una ligera presión. De igual forma, puedes recurrir a los cepillos de dientes de dedo de silicona, que están ideados para masajear las encías de los bebés antes de que le salgan los dientes y así crear un hábito saludable de higiene bucal.

Cepillo de dientes de dedo de silicona de Mushie

● Ofrécele un mordedor: durante este proceso, el bebé también sentirá el deseo de morder objetos y un mordedor puede servir de alivio para las molestias que le produzcan las encías en caso de que se inflamen. También puedes meter este mordedor en el frigorífico, siempre que esté fabricado completamente en silicona alimentaria y que el propio fabricante aconseje este uso en sus instrucciones. Por ejemplo, los mordedores de silicona de Be mummy son aptos para ser enfriados.

Mordedor Love Gradient

Ahora que tienes clara la manera de actuar ante la salida de los dientes de leche de tu pequeño, sigue leyendo nuestro blog y descubre otros consejos útiles para seguir cuidando y mimando a tu bebé como se merece.

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