Ya sé que es agosto, pero la vuelta a la escuela infantil está detrás de la oreja como quien dice y antes hay que dejar preparado un montón de detalles, sobre todo si es la primera vez del bebé en un centro educativo.
En primer lugar, es importante decidir en qué momento dar este paso. Hay expertos que recomiendan no hacerlo antes de que cumpla los dos o tres años de edad, ya que es fundamental que el bebé crezca y se desarrolle en el ambiente familiar.
De cualquier forma, la situación de cada familia es distinta (tipos de responsabilidades, coincidencia de horarios, etc.) y llegado el momento surgirá el miedo a la separación tras ese contacto tan estrecho que se ha mantenido de forma ininterrumpida durante tantos meses. Sensación que experimentarán tanto las mamás y los papás como el propio bebé.
Sin embargo, no debes sentirte culpable, ya que se trata de un paso inevitable en muchos casos, especialmente por la situación laboral de los padres. Y a pesar de que esta decisión te resulte preocupante, puedes quedarte tranquila, ya que tu bebé va a estar bien atendido en todo momento y esta experiencia va a contribuir a su desarrollo.
De hecho, en la escuela infantil aprenderá a reconocer a los demás y al entorno que le rodea, a saludar, a esperar el turno de palabra, a cantar canciones y a memorizar gestos, a establecer una buena relación con la hora de la comida y el descanso…
Otro detalle a tener en cuenta es que los bebés tienden a extrañar a la gente que no conocen o con la que no pasan el suficiente tiempo. Se la conoce como la crisis de los extraños o angustia del octavo mes. Se trata de un cambio de carácter por el que el bebé se hace más selectivo a la hora de relacionarse con los demás. Por eso, tiene preferencia por aquellas personas que le cuidan a diario frente a las visitas, por ejemplo.
Pese a ello, los psicopedagogos consideran que este mecanismo de seguridad promueve un correcto desarrollo emocional e intelectual, ya que garantiza que se establezcan de manera adecuada los vínculos afectivos. Igualmente, este tipo de comportamiento desaparecerá progresivamente con el tiempo, teniendo en cuenta que forma parte de su desarrollo natural. Además, con su paso por la escuela infantil, tu pequeño aprenderá a relacionarse con sus compañeros de forma natural.
Pasos para llevar a tu bebé a la escuela infantil
Con el objetivo de evitar un trauma innecesario para el bebé, lo mejor es seguir una serie de pasos:
- Elegir bien la escuela infantil: es lo primero y lo más importante que debes hacer. Así podrás quedarte tranquila sabiendo que el centro, además de atender bien a tu pequeño, está en sintonía con tus preferencias para educarle.
- Establecer una rutina: despiértale con suficiente tiempo para preparar todo e ir sin agobios y que no se te olvide llevarle con su juguete favorito, algo que puede resultar muy útil para integrarse.
- Que su incorporación a la escuela infantil sea progresiva: así cogerá su propio ritmo de adaptación, dale tiempo.
- Mantén una actitud positiva: evita que la despedida se alargue, puesto que lo que debes hacer es transmitir seguridad a tu pequeño. Sin embargo, déjale claro que volverás a recogerlo, así que nunca desaparezcas cuando no esté mirando, ya que le puede ocasionar ansiedad por abandono. Y una vez que le recojas y estéis en casa, dedícale tiempo para jugar.
Chupeteros personalizados, un aliado especial mientras tu bebé crece
Además, para facilitarte las cosas durante esta nueva experiencia, puedes comprarle un chupetero personalizado de Be Mummy con los que no solo podrán identificar el chupete de tu pequeño en la escuela infantil, sino que le dará un toque distinguido a los distintos looks que le pongas a diario. Todo ello, sin olvidar que podrás estar tranquila de que el chupete de tu bebé se mantendrá limpio pese a las actividades que realice en el centro.
Te invito a echar un vistazo a las diferentes colecciones de chupeteros personalizados que tenemos disponibles en la web donde, a parte de los diseños ya creados, podrás elegir la combinación de colores adaptada a tus gustos, necesidades o preferencias y así crear un diseño exclusivo, además de darle ese toque personal a este accesorio con el nombre de tu bebé, lo que lo hace aún más especial.
De esta forma, puedes escoger hasta 3 colores diferentes de una extensa carta que ponemos a tu disposición. Selecciona como “color 1” aquel en el que estés especialmente interesada y lo tendré en cuenta para el diseño definitivo. Este color se usa tanto para la pieza en forma de poliedro como para la última bolita de color y usaremos los colores 2 y 3 para las piezas entre las letras y otra bolitas adicionales en el caso de que el nombre sea cortito.
Para realizar el diseño, deberás indicar el nombre del bebé con un máximo de 8 letras por razones de seguridad. El diseño definitivo del chupetero dependerá del número de letras indicado, donde se podría añadir o quitar bolitas e incluso eliminar las piezas de madera. Recuerda que no se pueden poner tildes (ó), acentos graves (à), diéresis (ü) ni caracteres especiales (ç) pero la letra “ñ” sí que está disponible.
Normalmente, los chupeteros personalizados vienen diseñados con nuestra preciosa pinza de madera. Si por el contrario prefieres nuestra pequeña pinza metálica, puedes dejarlo reflejado en la casilla de comentarios del carrito de compra.
No olvides seguir leyendo nuestro blog para conocer más consejos sobre el cuidado de los bebés. Hasta entonces, ¡os deseo un buen inicio en la escuela infantil de este año!
Un abrazo,
Marta.