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Lo que no te habían contado sobre el postparto.

Postparto mamá y bebé lactando

¡Enhorabuena! Tras aproximadamente 39 semanas, ya tienes a tu pequeño bebé en brazos.

Estoy segura de que, sin ninguna duda, ha sido un proceso intenso, con múltiples altibajos, nervios y muchas, muchas ganas de ver por fin a tu pequeño. 

Espero que tu experiencia haya sido tranquila y agradable, aunque sabrás que hay diferentes formas de llegar a esta deseada meta:

  • Tenemos a las mamás que han navegado por los hostiles mares de la infertilidad, recurriendo a inseminaciones, fecundación in vitro u otras formas de reproducción asistida. Muchas veces durante varios años, con todo el desgaste físico y emocional que eso supone.
  • Otras, más afortunadas, han podido quedarse embarazadas “a la primera” o sin grandes complicaciones.
  • Mamás de bebés arcoíris (los bebés arcoíris son aquellos que nacen al poco tiempo de haber sufrido un aborto o muerte perinatal).
  • Embarazos de riesgo.

Cada situación, cada persona y sus circunstancias son un mundo. No hay dos embarazos iguales y, desde luego, tenemos derecho a vivirlos y sentirnos como necesitemos. Ya sabes que Be Mummy es un lugar seguro, libre de prejuicios, donde celebramos la increíble experiencia de la maternidad en todas sus formas.

Hemos mencionado un montón de circunstancias por las que podemos pasar antes de dar a luz y es que se ha escrito muchísimo sobre cada una de ellas. Las redes sociales están inundadas de cuentas en las que se visibiliza cada uno de los puntos que hemos mencionado: existen grupos de apoyo, cuentas de psicólogos especializados, influencers…

Sin embargo, si te das cuenta, no hay demasiada información sobre el postparto. Me refiero a ese fin de fiesta o día siguiente en el que te ves agotada, dolorida y con un pequeño ser que necesita cada minuto de tu tiempo para mantenerse con vida. Y no te quiero contar si te han practicado una cesárea, que no te puedes ni mover.

Vamos a tocar algunos tópicos que a mí me llegan al alma; principalmente, por injustos y mal entendidos.

Postparto mamá y bebé lactando

Pero, ¿qué es postparto? El peligro de los tópicos.

También conocido como puerperio, el postparto comprende la fase de recuperación del cuerpo de la mujer, desde que da a luz hasta volver a su estado anterior al embarazo. ¡Casi nada! Después de 9 meses cambiando tu morfología, ¡hasta el cerebro!, adaptando tu útero para esa nueva vida que está creciendo dentro de ti, no podemos esperar que, tras mil horas de parto, todo vuelva a la normalidad en unos días. Esto tarda y, en la mayoría de los casos, tarda mucho.

Esas influencers y famosas que están estupendas al mes de dar a luz hacen que nos sintamos fatal cuando nos miramos al espejo y vemos nuestras caras con ojeras y los cuerpos que no terminan de recuperarse.

Siempre digo que, si nos parece que hay todo un mundo de expresiones recurrentes y preguntas no deseadas en el mundo de la infertilidad, cuando te conviertes en madre es ya una locura total.

El primer tópico y, para mí, el más peligroso de todos es que, por el hecho de ser madre y haber conseguido tu deseo de traer un bebé a este mundo, no te puedes quejar. Tienes que sentirte la más dichosa y feliz por defecto y no cabe otro estado de ánimo. “Estarás contenta, ¿eh?”. Pues mira, no. No estoy contenta. Estoy hecha polvo, tengo ganas de llorar todo el rato y mi mayor miedo es no estar a la altura para cuidar de esta criatura.

Porque cuando pares, te hacen una revisión para ver que te vas curando bien y que el útero vuelve a su tamaño original poco a poco, aunque todos los cuidados están enfocados en el recién nacido. Y está bien que así sea. Pero a nosotras nos queda un largo recorrido de recuperación a tantos niveles que, hasta que no lo pasas, no eres realmente consciente de todo lo que implica.

Supongamos que has tenido un parto natural, sin episiotomía ni instrumental. La recuperación física va a ser rápida, pero no hay que descuidar la parte emocional. Puedes sentirte desbordada, desubicada, atacada por un aluvión de pensamientos de todo tipo. O, por el contrario, estar bien, feliz y no sufrir ninguna de estas emociones.

Antes de tener a mis hijos, pensaba que el principal objetivo, mi meta, era tener a los niños con nosotros. Yo quería un bebé. Y la verdad es que no había tenido en cuenta que hay una dura realidad que se impone y para la que no siempre estamos preparadas porque pasas de tener tu día a día, tus hábitos y costumbres, a que todo gire entorno a la criatura: horas de sueño, tomas, cambios de pañal, llantos. 

Nos sabemos la teoría y muchas alucinamos cuando pasa de verdad.

Postparto mamá y bebé en brazos

Además, no sé si habrá sido tu caso, pero después de dar a luz tuve un pequeño momento de shock cuando me vi usando las famosas bragas postparto, que suelen ser desechables. Imagínate: yo era de esas que no dejan entrar a mi chico mientras estaba en el baño (intimidad total) y de repente paso de eso a que mi chico me vea con bragas desechables, unos compresones impresionantes y sin poder ir al baño sola por miedo a caerme redonda.

¡Pues no es la idea de maternidad feliz que tenía en la cabeza!

Los episodios de altibajos emocionales, dentro de la famosa depresión postparto, me duraron un par de meses, más o menos, hasta que mi bebé empezó a saber coger bien el pecho y se me curaron las dolorosísimas grietas del no tan feliz inicio a la lactancia materna (esto da para otro capítulo completo).

¿Y qué me dices de la cuarentena postparto?

Otro de los grandes mitos que tenemos súper asimilados. El hecho de que, pasados cuarenta días, ya puedes mantener relaciones sexuales porque todo ha vuelto ya a su sitio. ¡JA! “Si no duermo… ¿Cómo voy a pensar siquiera en el sexo?”; “Todavía me duele todo. ¡Que no se me acerque!”.

La realidad es que no todas las mujeres somos iguales ni nos recuperamos en los mismos tiempos y este topicazo sobre la cuarentena nos está haciendo mucho daño. Conozco casos de personas que han sido incapaces de tener relaciones durante el primer año de vida de sus hijos y otras que, a la semana, ya estaban activas.

Ya has visto que, detrás de esa imagen idílica de madre feliz y serena con su bebé durmiendo en brazos, hay multitud de historias, buenas y no tan buenas, pero todas ellas válidas. Te adelanto que, al menos en mi caso, superé con éxito la primera etapa y me quedé con el inmenso amor que invade ahora mi corazón. El tópico que suelen decir de “tranquila, que se pasa” es verdad. Doy fe.

Me encantaría saber cómo fue tu entrada en el fascinante mundo de la maternidad. ¿Qué tópicos añadirías a la lista? ¡Te leo en los comentarios!

Con cariño,

Marta

¿Conoces las diferentes formas de dar a luz?

Diferentes formas de dar a luz Mujeres embarazadas

Todas hemos experimentado los típicos miedos e inseguridades al pensar en el momento de conocer en persona a nuestro hijo o hija.

Por una parte, es el momento más deseado de todo el embarazo: poder ver al fin la carita de tu bebé, besarlo, abrazarlo y calmar su llanto. Por otra parte, nos puede resultar algo inquietante porque se abren muchos interrogantes: “¿me dolerá mucho?”, “¿podré soportarlo?”, “¿me recuperaré rápidamente?”, “¿estará mi hijo o hija bien en todo momento?”, “¿será parto natural o cesárea?”.

Te puedo decir, por experiencia propia, que asusta un montón (¿a quién le gusta sufrir, verdad?). En mi caso, estando muy mentalizada de hacerlo lo mejor posible, fui a todas las clases de preparación al parto, leí muchísimo por Internet (incluso cosas que no debería haber leído, ya sabes…), lo hablé con amigas y conocidas que ya tenían hijos. Vamos, de todo.

Y lo que más me sirvió de todo lo que hice fue conocer bien las diferentes formas de dar a luz que hay, para saber a qué podía atenerme. Lo ideal es poder elegir cómo vas a parir pero hay ocasiones en las que, por diferentes circunstancias, son los médicos los que tienen la última palabra y lo más recomendable es confiar en su criterio profesional, por nuestra salud y la de nuestro bebé.

 Decidas lo que decidas, te toque la opción que te toque, me gustaría transmitirte tranquilidad. “¡Qué fácil se ve desde fuera!”, pensarás. Pero es verdad. Yo me agobié muchísimo y, al final, todo salió bien. Estuvimos en manos de profesionales que velaron por nuestro bienestar en todo momento y tener a mis bebés en brazos mereció cada uno de los duros momentos que pasamos.

¿Empezamos?

Diferentes Formas de dar a luz Piel con piel

¿Parto eutócico o distócico?

Estas palabras tan técnicas responden a lo que conocemos comúnmente como “parto natural” o “parto medicalizado”.

El parto eutócico o parto natural es aquel que se produce por vía vaginal y transcurre sin utilizar instrumentos médicos. En la mayoría de los casos rompes aguas, dilatas, pasas la fase del expulsivo y te comes a besos a tu bebé. Puede incluso que te den algún punto y tengas algún desgarro.

Por si te lo habías preguntado, las episiotomías son pequeños cortes que se realizan en la zona del perineo para facilitar la salida del bebé por el canal vaginal. Si bien es cierto que hace años se practicaban con demasiada alegría, ahora están muy controladas y solo se realizan si son realmente necesarias. La recuperación media es de 7 a 15 días, dependiendo de cada mujer y de cada caso.

Aprovecho para comentarte en este punto que acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico fue una de las mejores decisiones que tomé. Tanto esta opción como seguir los ejercicios que te indique tu matrona te resultarán de gran ayuda para tu posterior recuperación.

El parto distócico o parto instrumental es aquel que requiere de una intervención médica con instrumentos. Tal vez hayas oído hablar de los fórceps, ventosas o espátulas. Por lo general, los médicos prefieren no tener que recurrir a estas técnicas y se esfuerzan mucho para que el parto sea lo más natural posible ya que pueden provocar desgarros, lesiones, dolor crónico, etc.

Así que, aunque el resultado final no dependa totalmente de ti, lo ideal es dar a luz de la manera más natural posible, básicamente, porque tu recuperación será más rápida y te sentirás mucho mejor durante el postparto. Ya te adelanto que el postparto es ese gran desconocido, pero lo abordaremos de manera más amplia en otro artículo.

La cesárea y su recuperación

 

“Sí, Marta, pero ¿y qué pasa con las cesáreas?”. Es verdad. Hay muchas mujeres que optan porque se les practique directamente una cesárea en vez de someterse a los esfuerzos y dolores del parto convencional. Hasta donde yo sé, la cesárea no se puede elegir en la Sanidad Pública pero sí es una opción en la sanidad privada, por si te sirve de referencia.

Al practicar una cesárea, se atraviesan diferentes capas de piel, grasa, músculo, etc. hasta llegar al útero para poder sacar al bebé. ¡Imagínate todo lo que hay que coser después! Las recuperaciones son más largas (unos dos meses, aproximadamente, siempre dependiendo de cada caso) y dolorosas.

En Internet verás infinidad de consejos de mujeres que se han sometido a esta técnica quirúrgica y tu médico y matrona serán quienes mejor te indiquen los pasos para que tu recuperación se produzca lo antes posible.

Con lo que me gustaría que te quedaras es con lo siguiente: si finalmente tienes a tu hijo o hija por cesárea, eres igual de madre que la mujer que da a luz por vía vaginal. Te lo digo porque hay demasiada controversia sobre este tema y muchas madres tendemos de manera inconsciente a culpabilizarnos de cosas que ni dependen de nosotras, ni son tan graves. Y aléjate de quien te diga lo contrario, porque no te quiere bien. Bastante tenemos con el postparto, el cuidado del bebé y nuestra recuperación física como para rodearnos de personas que no aportan nada positivo, ¿no te parece?

Diferentes formas de dar a luz Parto por cesárea

El parto en el agua

El parto en el agua o parto en bañera es una forma de dar a luz cada vez más popular. Consiste en sumergirse en una bañera con agua calentita para poder aliviar los dolores de las dilatación y contracciones y, en definitiva, sentirse más a gusto.

Según la Federación de Matronas, el parto en el agua tiene ventajas demostradas, como el aumento de los partos naturales, la reducción de analgesia o la reducción de la necesidad de episiotomías.

Puedes realizarlo a través del Sistema Nacional de Salud pero, desafortunadamente, no todos los centros hospitalarios cuentan con la infraestructura necesaria, por lo que te recomiendo que lo consultes directamente con tu médico si estás interesada.

Diferentes formas de dar a luz Parto con agua

Al finalizar este pequeño artículo, me surge un pensamiento que me transmitió una persona muy querida y ahora quiero compartir contigo: pase lo que pase, eres la mejor madre del mundo para tu bebé. Por favor, no dudes nunca de ello, aún cuando te asalten temores, dudas e inquietudes.

¡Espero que este artículo te resulte útil y disfrutes del camino, súper mami!

Con cariño,

Marta

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